Para ello utilicé los siguientes MATERIALES:
Tres recipientes de cristal.
Agua.
Sal.
Un huevo.
Una cuchara.
PROCEDIMIENTO:
Colocamos los tres recipientes encima de una mesa.
Llenamos unas 3/4 partes de agua en cada recipiente.
El primer recipiente lo dejamos con el agua, tal y como está.
En el segundo recipiente le añadimos 4 cucharadas de sal y removemos con la cuchara.
En el tercero también le echamos 4 cucharadas de sal, seguidamente vaciamos la mitad del agua salada y completamos con agua natural.
El experimento está preparado.
Cogemos el huevo , lo metemos en el primer recipiente y vemos que se hunde.
Lo quitamos y lo metemos en el segundo recipiente y vemos que ¡¡¡¡¡el huevo flota!!!!!
A continuación metemos el huevo en el tercer recipiente y comprobamos que queda en el medio.
¡INCREÍBLE! me decían. ¿Cómo lo consigues? Yo no soy capaz.
Con este vídeo os muestro el resultado.
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